Desde 1946
Un Legado de Tradición Agrícola y Pasión Vinícola
En el corazón de La Roda, en Castilla-La Mancha, donde la tradición agrícola se entrelaza con la vida cotidiana, surge La Bodega La Remediadora.
Nuestra bodega ha sabido combinar la sabiduría transmitida a lo largo de generaciones con innovaciones modernas para crear vinos excepcionales que capturan el espíritu y la esencia de nuestra tierra.


Bodegas La Remediadora fue fundada el 29 de marzo de 1946 por un grupo de agricultores visionarios, con Constantino Jareño Valverde como su primer presidente.
La bodega se estableció en la pintoresca localidad de La Roda, un lugar que desde entonces se ha convertido en sinónimo de vinos de alta calidad.

LA RODA

Nuestros Viñedos

Nuestra bodega cuenta con más de 1,600 hectáreas de viñedos propios, situados en tierras privilegiadas con suelos arcillosos-calizos, ideales para la producción de vinos excepcionales. El clima de la región es riguroso, con inviernos fríos, veranos secos y cálidos, y lluvias distribuidas principalmente en otoño y primavera.
Estas condiciones, junto con los suelos permeables, fértiles y poco profundos, permiten una producción limitada de uvas por cepa, pero de una calidad extraordinaria. Estas uvas alcanzan una maduración completa y en un estado perfecto antes de su recolección, fundamentales para la elaboración de nuestros vinos.
Tradicionalmente, nuestras variedades más cultivadas han sido Tempranillo y Airén. Sin embargo, en nuestro constante afán por mejorar la calidad de nuestros vinos, hemos reestructurado nuestros viñedos e incorporadas nuevas variedades. Actualmente, producimos Tempranillo, Syrah, Cabernet Sauvignon, Merlot, Petit Verdot, Bobal, Airén, Macabeo, Sauvignon Blanc, Chardonnay y Moscatel. Esta diversificación nos ha permitido ampliar nuestra oferta y mejorar la calidad de nuestros productos.
Nuestras instalaciones
A lo largo de más de 75 años de historia, hemos realizado importantes inversiones para dotar a la bodega de instalaciones modernas y de vanguardia. Contamos con depósitos de diferentes capacidades, lo que nos permite fermentar tanto grandes volúmenes como partidas seleccionadas, realzando así la calidad de nuestros mejores vinos embotellados. Nuestras instalaciones están equipadas con sistemas automatizados de control de temperatura y tiempos de maceración, así como con medios auxiliares de filtración, centrifugación y estabilización de los vinos. Todo el equipo está construido en acero inoxidable y otros materiales especiales que garantizan condiciones óptimas de conservación.
El proceso de elaboración se completa en nuestras cavas de crianza, donde una extensa colección de barricas de roble americano y francés alberga nuestros mejores vinos durante largos periodos. Tras su crianza, los vinos son envejecidos en botella en cavas climatizadas, protegidas de la luz y de las temperaturas extremas, asegurando así la calidad final del producto.
La producción de vinos embotellados comenzó en 1968 bajo la marca Gazpachero, y a mediados de los años 70 lanzamos nuestra segunda marca comercial, Moravio, en el año 2000 creamos nuestra marca más emblemática La Villa Real y posteriormente Tópico. Estas marcas reflejan nuestra pasión por crear vinos que capturan la esencia de nuestro terruño.